SANTIAGO.- El concejal Domingo Ureña, del Partido de Acción Liberal (PAL) lamentó que en esta ciudad solo se escuchan quejas de lo que muchos definen como “una mala gestión del alcalde Gilberto Serulle”, sin que se aporten salidas para resolver los principales problemas que, según su criterio, mantienen a la ciudad totalmente abandonada en todos los órdenes.
Por eso, insto a la ciudadanía empoderarse de los problemas municipales “con el fin de buscarles soluciones y enfrentar el caos y el desorden que impera en la Alcaldía de esta ciudad”.
Ureña, quien es el presidente del PAL en esta provincia, citó entre los males que afectan a los santiagueros la deficiencia en la recogida de basuras, con la multiplicación de vertederos improvisados y el abandono de los parques, incluyendo el ornato de la ciudad.
Por igual, la señalización de calles y avenidas, el desorden en la ocupación las aceras, el incremento de franjas en las diferentes rutas del transporte urbano, y la falta de planificación y zona de las base de taxi, que tienen ocupadas todas las esquinas del casco urbano.
Además, el abandono de los mercados en lo que se refiere a la parte del manejo de los productos que se comercializan en esos centros “y el desorden existente en los cementerios, donde existen mafias comercializando tumbas ajenas y nadie da respuestas a las quejas de los usuarios dueños de esas bóvedas”.
Sobre el área administrativa, Ureña dijo que el desorden es tan grande que, a pesar de que comenzó el mes de enero “en las calles circulan cheques sin cobrar, porque el cabildo no dispone de los fondos necesarios para que sus destinatarios los cambien”.
Ureña lamento que la llamada “sociedad civil”, así como las asociaciones de industriales y comerciantes “estén ciegas y sordas ante esta situación, aunque se comprende, porque algunas de ellas son parte del pastel en cuanto al recibimiento de recurso y ayuda, por lo que se le haría muy difícil criticar, actitud que va en perjuicio de la mayoría”.
“Los más afectados por el desorden son los propios comerciantes, ya que se limita el progreso económico y la inversión, por lo que entiendo que deben convertirse en veedores de la inversión del presupuesto municipal y el cumplimiento del mismo, ya que ellos son los que aportan el 30 por ciento del mismo y el 70 restante de manera indirecta, a través del gobierno central” dijo.
Ureña calificó de “ilógico” que se esté gastando prácticamente el 40 por ciento del presupuesto municipal en el pago de 5,300 empleados “la mitad no ejerce ninguna función operativa ni administrativa, cuando la ley dice que solo el 25 por ciento es lo que se utilizaría en ese programa”.
