SANTIAGO.- Aunque la Iglesia católica en esta ciudad es de opinión de que, para un país avanzar tiene que producir riquezas, estima que tal propósito no puede concebirse a costa de reducir la calidad de vida de quienes son entes esenciales para obtenerla, como es el caso de los trabajadores.
El análisis en cuestión está contenido en el editorial de este domingo del semanario católico Camino, órgano escrito del Arzobispado de Santiago titulado “Jamás hacia atrás”.
En tal sentido, dice que está atento a la reforma del Código Laboral que se está planteando en el país. “En algo debemos estar todos de acuerdo y es en que las conquistas laborales que se han logrado a base de esfuerzos, luchas y sacrificios no pueden ser borradas, porque sería absurdo y peligroso”.
En tal sentido, Camino se pregunta cómo es posible pensar en extender la jornada laboral sin el pago correspondiente o eliminar la cesantía, por citar algunos aspectos de la reforma.
“Con acciones como estas estaríamos retrocediendo a tiempos anteriores a la dictadura trujillista y es lamentable que 50 años después de la desaparición de ese régimen de oprobio, sus raíces sigan alimentando el pensamiento de algunos sectores nacionales en cuanto a regatear a los trabajadores conquistas laborales o negarles el derecho a tener una vida digna”, indica.
Por eso opina que la modificación al Código de Trabajo “debe ser fruto del consenso, sabiendo sus actores que una empresa avanza cuando los obreros reciben mayores beneficios, dándose una identificación con el empleador que se traduce en rendimiento”.
Y resalta que en el país han existido dueños de industrias y empresas que han comprendido esa realidad, consiguiendo de sus empleados una adhesión al logro de metas que se traduce en crecimiento económico.
Aduce Camino que con salarios de miseria mueren las legítimas aspiraciones de los trabajadores de vivir con dignidad y merman sus energías para echar hacia adelante la producción.
“Necesitamos un Código Laboral moderno, acorde a los cambios vertiginosos que vive la sociedad dominicana, que el mismo promueva el empleo formal y que sea chispa inspiradora del desarrollo creciente de los sectores productivos”, concluye.
