El Viceministro de Cultura con asiento en Santiago, Jochy  Sánchez dijo hoy que es necesario un mayor esfuerzo por continuar transmitiendo a nuestros niños y jóvenes el interés por el conocimiento de nuestras raíces y manifestaciones culturales, tales como el merengue, el son, la bachata, el carnaval y otras tantas.

La afirmación la hizo Sánchez,  en el marco del acto de entrega de tres caretas de lechones, representativas de los barrios, Los Pepines La Joya y Pueblo Nuevo, que hiciera al museo «Fortaleza San Luís», representado en la presidenta de su Patronato doña Nidita Bisonó.

El funcionario hizo  hincapié en la necesidad de que los estudiantes de escuelas públicas y colegios privados visiten el museo Fortaleza San Luís y otros como el del Monumento a los Héroes de la Restauración, el de la Logia Masónica o el museo Don Thomás Morel, entre otros, donde pueden tener un contacto con nuestras raíces,  para lo cual es necesario el concurso de maestros y directores en conjunto con las Asociaciones de Padres Madres y Amigos de la Escuela.

En el acto que contó con la presencia de la licenciada Rafaela Joaquín, encargada de la Oficina de Turismo de Santiago y el general Gustavo Jorge García, al dar las gracias, por la donación, doña Nidia Bisonó dijo que esto marca el inicio de una estrecha relación entre el museo y el Ministerio de Cultura, que ella dijo llamar «Cultura para Santiago».

La historia oral, recogida por Don Tomás Morel, refiere que los primeros lechones surgieron como guardianes del orden en viejos carnavales de Santiago, que datan del S XVl.   Hasta hoy, los lechones forman parte intrínseca de las fiestas de carnaval de la ciudad de Santiago de los Caballeros y una expresión de sus raíces culturales.

La otrora fortaleza San Luis fue convertida en museo en el año 2004 a iniciativas de un grupo de artistas de la pintura y ciudadanos comprometidos con el bien de Santiago, con el apoyo del general Gustavo Jorge García, para evitar que la demolieran para hacer un aparcamiento.

En principio era concebida solo como un museo histórico, hasta que en la construcción de los baños fueron encontradas enterradas unas armas del año 1916, dando paso a que se convirtiera en un museo histórico pictórico, que fue completado con piezas arqueológicas donadas por munícipes.

“En el museo se encuentran pinturas, esculturas tainas, cuchillería, joyería, armas largas, armas cortas y monedas, entre otras piezas que han sido donadas. La gente ha hecho donaciones, yo mismo he donado muchas cosas, en vez de tenerlas guardadas en un baúl, disfruto que venga gente y las vea”, precisa el general García Jorge. En tanto que en el patio hay antiguos tanques de guerras que fueron utilizados por el Ejército después de la segunda guerra mundial. Son armas que utilizaban la Marina, la Fuerza Aérea y el Ejército Nacional; además de cañones que las Fuerzas Armadas le donaron.