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Los 100 años del nacimiento de Violeta Parra lo celebra Google con un Doodle


Doodle (dibujo) de Google con Violeta Parra en portada, invita a conocer más de la artista y recordar sus aportes y trayectoria.

 

Por María Luisa Estévez

SANTIAGO.- El mundo recuerda a Violeta Parra, cantante, músico, poeta, pintora, artesana chilena, autora de la canción “Gracias a la vida”, una carta de presentación suya, que es un legado, y la canción latinoamericana del siglo XX; en su música sobresalen la guitarra, charango, percusión, cuatro, quena y arpa. La artista se expandió con géneros folclóricos suramericanos, canción de autor y protesta.

Google celebra este 4 de octubre el 100 aniversario del nacimiento de Violeta Parra, cantautora chilena versátil, celebrada, laureada, primera artista plástica latinoamericana en exponer sus pinturas en el Museo del Louvre, artesana.

Por Violeta Parra hoy es día de la música y de los músicos en su natal Chile. Violeta Parra era más que la ambigüedad contusa de las raíces y sus frutos representada por la tradición clásica del folklore chileno y suramericano, y la novedad precursora y desafiante de la canción contestataria, al tiempo era un mensaje precursor de la libertad de la mujer, aún con un discurso doméstico.

De una esfera infinita nos quedamos con lo mejor de Violeta, con la pureza de su personalidad artística y cultural, con la trascendencia de su mensaje y virtudes, como el agradecimiento en su última canción, “Gracias a la vida”, a la naturaleza, al tiempo, a la gente, a la memoria. La humanidad ha entendido a la artista mujer, injuzgable y respetable, inconmensurablemente valorable.

A 50 años de su partida, sigue siendo un antecedente, referente manantial inagotable de inspiración, clase y estilo para las almas sensibles de distintas generaciones del arte, con su memoria no pudo ni la mala reputación del suicidio, ni el realce de las teorías de la ciencia, ni las filosofías, ni la religión, ni el credo, ni el yugo, ni el sistema, ni los burócratas, ni los plebeyos. Le indultan y comprenden la naturaleza, el amor y la historia.

Hubo de vislumbrar su suerte, pues tras su ida le sucederían otras artistas que llevarían su antorcha y reconfirmarían adelantando sus letras y melodías “Gracias a la vida”, como Mercedes Sosa. “Que he sacado con quererte”, Natalia Lafourcade, Raphael, Javiera Parra (su nieta), Vicente Fernández y Plácido Domingo, entre otros.

Sus canciones, como “Gavilán”, es grito de ser, denuncia, voz de mujer, metáfora elemental, pero sobre todo es música, intercambio instrumental e investigación folclórica, ensayo literario para danzas y poesía, y es exposición sensorial de sus percepciones y emociones existenciales.

Experimentar con su música sobre una expedición musical, un viaje regulado por sus cogniciones, limitado en el tiempo y espacio, un transitar instrumental por otros países, dentro de su interinidad voz-guitarra, incluye la novedad de incluir en su música instrumentos musicales del folcklore de otras nacionales de suramericana, como Venezuela y Bolivia.

El ser humano es él o ella y su circunstancias, un profundo y amplio mar de conversiones y divergencias, con luces y sombras inalterables. Para trascender de tal manera, aparte de talentosa, fue valiente para su época, autentica, irreverente y revolucionaria, singular; lo que la convirtió en un referente inédito de la canción latinoamericana, la más influyente cultural cantautora de Chile.

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