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Muere Kirk Douglas, el «comunista» que conquistó Hollywood


Hollywood está de luto. Issur Danilovich Demsky, conocido artísticamente como Kirk Douglas, ha fallecido este miércoles en Los Ángeles a los 103 años de edad, dejando en el recuerdo más de 80 películas. Será siempre considerado como uno de los grandes mitos del celuloide, aunque la Academia de Cine nunca lo reconoció como debería. Le negó en tres ocasiones el Oscar al mejor actor, por razones más políticas que cinematográficas, aunque se desquitó en 1996, cuando el por entonces Kodak Theatre se ponía en pie para ver cómo le concedían el Oscar honorífico. De manos de Steven Spielberg, el veterano actor recibía el cariño que tanto le habían negado sus compañeros de profesión en décadas anteriores. Casi rondaba los 90 años por aquellas fechas y muchos apostaban porque sería una de sus últimas apariciones públicas, pero había Douglas para rato.

Kirk Douglas es, quizás, uno de los máximos exponentes de la época dorada de Hollywood, pero también de las más difíciles. En plena Guerra Fría, fue continuamente señalado por sus orígenes rusos. Su familia emigró a Estados Unidos escapando de Moscú para evitar que su padre fuera reclutado para la guerra ruso japonesa y él ya nació en territorio americano, pero nunca logró quitarse la etiqueta de «comunista». Sus progenitores eran muy humildes, analfabetos, y, al ser judío, su padre solo podía hacer de trapero para sacar adelante a su familia. Eso no impidió que un Douglas que siempre estuvo orgulloso de su historia de superación pudiera ir a la universidad, donde destacó en varios deportes que le aportaron un físico imponente del que hizo gala en sus primeras películas.

Fuera del set de rodaje, Kirk Douglas hacía gala de su buen humor, lo que le permitió conquistar a dos mujeres. La primera fue la modelo Diana Hill, con la que tuvo dos hijos antes de divorciarse tras ocho años de matrimonio. Se volvería a casar tres años después con Anne Buydens, con la que compartió los últimos años de su vida. Tuvo cuatro hijos, dos con cada matrimonio, y solo el mayor de ellos, Michael, siguió sus pasos en el mundo de la interpretación. Con él compartió cartel en «Cosas de familia», en 2003. La última aparición del viejo Douglas en el cine y la demostración de la dinastía que deja tras su muerte.

En pantalla, formó la pareja perfecta con Stanley Kubrick en «Senderos de gloria». Su interpretación del coronel Dax lo alzó a la fama mundial y le permitió encarnar a Espartaco tres años después. Fue su gran papel, en una película en la que también participó como productor y en la que contó de nuevo con Kubrick para ponerse detrás de la cámara, aunque su relación casi acaba en divorcio. El director consideró la película como un fracaso personal, aunque la taquilla la recuerda como un éxito y la historia como una obra maestra.

«Espartaco» fue la gran apuesta de un cabezota reconocido como Douglas. El actor (y productor) se negó a hacer cambios durante el rodaje y se negó a admitir las peticiones de Kubrick, que quería dejar su propio sello. Eran las mismas exigencias que tenía Anthony Mann y que provocaron su marcha pese a haber rodado ya algunas escenas de la película. El carácter de Douglas se impuso, como también lo hizo cuando decidió contar con Dalton Trumbo para escribir el guion, pese a que estaba señalado como comunista por el Comité de Actividades Estadounidenses. Fue uno de los gestos del actor para luchar contra la Caza de Brujas del senador McCarthy, alejándose por completo de la postura de algunos de sus colegas. Aquella «provocación» le pudo costar el Oscar (y los siguientes).

Carrera interrumpida

Antes de casarse por primera vez, fue llamado a luchar en la II Guerra Mundial, en la que combatió durante dos años. Tuvo que interrumpir también su carrera en los teatros de Broadway, a la que regresó tras el conflicto, de la mano de Lauren Bacall. Era el inicio de un gran recorrido cinematográfico que comenzó con «El extraño amor de Martha Ivers» y que necesitó solo dos años para hacerse con una nominación al Oscar. Llegó en 1949 por su papel en «El ídolo de barro», pero se quedó con la miel en los labios, al igual que en otras dos ocasiones en las que estuvo nominado por «Cautivos del mal» y «El loco del pelo rojo».

Aunque la Academia no le reconocía su trabajo debido a su tendencia política, Douglas seguía cosechando éxitos. Su procedencia rusa no le vetaba para rodar un total de 26 películas en la década de los 50. Pasará a la historia por su interpretación de Ned Land en «20.000 leguas de viaje submarino» y por su papel en «Al volver a la vida», donde formó pareja por primera vez con Burt Lancaster. Funcionó bien y se fueron conjuntando a lo largo de otras seis películas, hasta que compartieron cartel en «Duelo de titanes».

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