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Multitudinaria despedida de Paco de Lucía en Algeciras a compás de bulerías


pacodelucia

ESPAÑA.- El silencio hería en la madrugada algecireña cuando el Hijo PredilectoPaco de Lucía entró por última vez en la Plaza Alta. Eran las doce y media de la noche que apaga a el Día de Andalucía. Con los genios, las casualidades no existen. Miles de personas callaron como en una liturgia de cofradía. Luz de farolas, relente del Estrecho y apenas algún sollozo. Hasta que una voz rota gritó salvajemente: «¡Viva Paco!». La respuesta del gentío fue un llanto común. A coro.

En el salón de la Conferencia del Ayuntamiento le pusieron la bandera de España a la altura de la cabeza, la de Andalucía en el pecho y la de su pueblo a los pies. Sus cimientos, su cultura y su lucha. Al otro lado, un cartel suyo con escritura cirílica rusa. Símbolo de sus conquistas. Alrededor, cientos de coronas de flores. La gente, muy despacio, avanzaba en la hilera para llegar hasta él. Su familia se sentó a la vera y pasó toda la noche en silencio. Viendo pasar artistas entre el bullicio.

Palmas por bulerías

Diez minutos antes de las 13 horas ha salido camino de la iglesia. La ovación ha sido estremecedora. Y el pueblo ha roto a tocar las palmas por bulerías, abarrotando las calles encharcadas del día triste que ha elegido el Estrecho para despedir a su dios jondo.

Al cementerio irá en la estricta intimidad de su familia. Pero a tenor de lo que se ve en los callejones, su familia es mucha gente. «Paco es nuestro padre por los siglos de los siglos», ha exclamado una anciana con la cara mojada, no se sabe si de la lluvia o del llanto, cuando por última vez lo ha visto pasar.

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