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Romeo Santos: «Julio Iglesias me llamó genio al darse cuenta del homenaje al pene»


El Rey de la Bachata, que empezó cantando en la iglesia «por las chicas, no por la religión», publica su nuevo disco «Golden».

Romeo Santos

Por Nacho Serrano/abc

ESPAÑA.- Cuando uno visita Nueva York en plan turista, haciendo excursiones organizadas, una de las visitas típicas es el Bronx. Allí, uno de los guías latinos que dirige esas expediciones al antiguo lado oscuro de la ciudad suele llevar a sus clientes hasta una calle donde hay dos grandes murales. Uno está dedicado a Big Pun, uno de los raperos más emblemáticos del barrio (fallecido en el año 2000), de origen puertorriqueño.

El otro es un homenaje a Romeo Santos, el Rey de la Bachata, de ascendencia dominicana. «Los latinos siempre hemos mandado en la escena de música neoyorquina», dice orgulloso el guía. «Pero yo a mi hija no le dejo escuchar a Romeo Santos. Con él empezó el machismo en la música latina».

«¡Jajaja! Cada loco con su tema», se mofa Santos cuando le relatamos la anécdota. Sentado en una gran suite de un hotel del centro de Madrid, el autor de la única canción en español que ha desbancado a «Despacito» del Billboard estadounidense está visiblemente cansado, recién aterrizado de un largo vuelo. Un foco le ilumina el rostro y un nutrido séquito de asistentes controla cada detalle de la ronda de promoción de su nuevo disco.

Es la situación perfecta para que el artista se ciña al guión. Pero el músico neoyorquino es un tipo simpático, no parece un sexista descerebrado, e incluso contesta con alguna respuesta subidita de tono que remueve de su asiento a su mánager. Se muestra tal como es.

¿Cómo fue su salto de las calles del Bronx de los ochenta al mundo de la música?

Muy «cool». Allí empecé a componer música a los trece años. Primero fui al coro de la iglesia, no por cuestiones religiosas sino porque había chicas bonitas, y no me tomaba muy en serio. No me imaginaba como cantante o artista, era un hobby, un pasatiempo. Con 17 años conocí a Lenny y a Maiky, del grupo Aventura, la química fue inmediata y empezamos a crear música. Duramos quince años como agrupación, y ahora como solista llevo más de siete años.

¿El paso de ir en solitario le dio vértigo?

Si te digo que tenía confianza te miento. Hubo momentos en los que escuchaba mi producto, y pensaba que era muy bueno, que iba a pegar. Pero también había días en los que pensaba que era difícil que la gente desconectara de Aventura, no porque lo mío fuera mejor, sino porque estaban acostumbrados a escucharme ahí. Le eché el mismo amor que cuando estaba en Aventura, sentí esa confianza, y la gente lo vió. Para el segundo disco ya sí tenía algo más de confianza.

¿Convertirse en una estrella le hizo estar muy seguro de sí mismo?

No. Es muy humano sentirse inseguro en algunas ocasiones, y puede ser por distintos motivos. Puede que algo que a otros les parece una tontería, a mí me parezca muy importante. Por ejemplo, si no tengo la vestimenta adecuada en un concierto, no me siento al cien por cien. Alguna vez me he puesto una camisa por consejo de un estilista, y luego me he arrepentido, pero ya era tarde porque estaba encima del escenario. Ahí es cuando digo: «Vale,la cagué». Eso ya me genera una inseguridad, pero bueno, intento que cada cosa negativa se convierta en una lección.

Está considerado el rey de la bachata, y muchos le sitúan en el origen del «boom» de la música latina en el siglo XXI, junto a otros como Daddy Yankee.

¿Se siente pionero en ese sentido?

Te voy a decir humildemente que sí. Yo creo que con el grupo Aventura conseguimos que la bachata, que era un género rechazado, empezase a ser aceptado por millones de personas. Me siento muy orgulloso y feliz de observar lo que está pasando con el mundo de la música urbana, porque me recuerda mucho a lo que vivimos nosotros en los noventa. Tuvimos las mismas críticas, que si esto no es música, que si esto es muy malo… pero para gustos los colores.

Su nuevo disco se llama «Golden» por varios motivos. Por las colaboraciones estelares, y por el sonido que ha sacado.

Exacto, Julio Iglesias y Juan Luis Guerra son dos artistas de puro oro. Y efectivamente, el título también se refiere al sonido a la producción. Mi ingeniero escuchó una parte del disco y dijo «that’s the golden touch» («ese es el toque de oro»). Se me quedó esa frase y me pareció perfecta.

Creo que Julio Iglesias no entendió bien el sentido de la letra de la canción que cantó en su disco, «El Amigo», hasta después de haberla grabado.

Sí, ¡jajaja! Después de grabar su participación en Marbella, yo estaba en Miami haciendo las mezclas y cuando estaba terminando recibí una llamada. Era él: «Romeo, déjame que te pregunte una cosa, que no me ha quedado del todo claro. Y dime la verdad. ¿No lo habrás escrito una canción al pito?» Yo en ese momento pensé que la colaboración se iba a a la ruina, y cuando le dije que sí, él me contestó: «¡Eres un genio!» Fue uno de esos momentos en los que sientes que ya lo has conseguido… No se puede describir con palabras. Él hace muy pocas colaboraciones, y las que hace son muy selectas. Yo soy el niño de teta de esa lista, y que haya aceptado una colaboración de mi autoría, con esa letra que habla del pene… Aprendí mucho de sus anécdotas, de su disciplina, que es impecable… Es un tipazo.

La letra le humaniza, con esas alusiones a sus gatillazos.

¡Claro, claro! No me falla mucho, pero eso pasa, es normal.

Ha descrito el disco como un «buffet» musical. ¿Quiere mostrar que sabe hacer mucho más que bachata?

Me gusta deleitar a mis fanáticos con un poquito de todo. Es obvio que mi fuerte es la bachata, pero quiero que lo que surja en el estudio, no se vea excluido.

«Cuando canto que quiero agarrar a las chicas y hacerles el amor, yo percibo que les gusta»

¿Hay fanáticos a los que no les gusta que se salga de la bachata?

Claro. Hay fanáticos que si haces una canción en la que haya algo que se sale de la bachata, te dicen: «¡Nooo, no hasgas eso!». Pero bueno, yo pienso que la gente siempre tiene derecho a opinar, y uno se alimenta de lo que dicen de él, sea crítica constructiva o no.

Su single «Imitadora» ha destronado a «Despacito» en el Billboard, pero he leído que usted, humildemente, cree que la palabra «destronar» es exagerada.

Claro. Cuando tienes un éxito como «Despacito», lo único que puedes esperar es que algún día baje. No sé cuántas semanas estuvo en lo más alto, pero algún día tenía que bajar. Todo el mundo esperaba a ver qué canción en español conseguía pasarla, para empezar con lo de las comparaciones y los titulares, pero es que «Despacito» ya había dado todo lo que tenía que dar. Eso sólo volverá a repetirse en veinte o veiticinco años, si se repite.

Hay fans suyos que le reprochan a los Grammy Latinos que le ignoren en cada edición.

Mmm… Bueno, yo en una canción dije… mejor no lo voy a repetir porque es una frase un poco fuerte. Pero te loa voy a disfrazar, para decirla de un modo más decente. Decía que vale, que no me importa morir sin un Grammy. Si algo no te importa no te afecta su olvido. Yo soy artista y compongo canciones no para que me den premios, sino para conectar con mi público. En eso soy muy exitoso. Si un día me lo dan lo agradeceré, pero no me quita el sueño.

El machismo de algunas letras de la música latina, ¿es un reflejo de la sociedad?

Existe el sexo, el amor, el desamor… Como compositores estamos contando la verdad de lo que vemos. Cuando un artista es exitoso, es porque dice algo real, porque habla de algo que siente o que ve. Y uno no puede callarse lo que siente o lo que ve. Yo defiendo que el artista diga siempre lo que siente, pero lo que no apruebo es cuando se incita a la violencia contra la mujer. No creo que el trap o el reguetón hagan eso, yo creo que hay una diferencia entre decir «te quiero hacer el amor, te quiero agarrar y hacer esto y lo otro», y decir «te voy a violar, te voy a agarrar en contra de tu voluntad y no te va a gustar». Cuando yo canto lo primero, percibo que a la chica le gusta.

Vendrá de gira a España en mayo. ¿Será Madrid y Barcelona, o una gira larga?

No, no, será una gira larga. Cuando hago una gira trato de pasar por cada esquina donde pueda conectar con mis fanáticos. Serán varios conciertos seguro.

¿Es verdad que un chico quería pagarle para que se acostara con su mujer, que era muy fan?

Sí. Eso fue en Colombia. Yo pensé que era una broma, y decía «¡sí, sí, claro!», pero luego el tipo demostró que iba en serio y fue como «¡guau!». Pensé que era una trampa porque la tipa estaba buena.

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