SANTIAGO.- El ministro de Salud Pública, Freddy Hidalgo, encabezó ayer una jornada de eliminación de los criaderos del mosquito que provoca el dengue y la chikungunya en cinco puntos del barrio de Cienfuegos de Santiago.

La actividad se desarrolló en la escuela Enma Balaguer de esa comunidad y luego el ministro junto a funcionarios de Salud e integrantes de las 110 brigadas que participan, encabezaron un operativo de limpieza, fumigación y de retiro de chatarras casa por casa para prevenir esas dos enfermedades.

Hidalgo manifestó que la chikungunya es una enfermedad viral que fue conocido por primera vez en África en 1952 y que su nombre está vinculado a la forma que adoptan las personas cuando tienen dolores polioarticulares que hacen que se encorven.

“Eso es lo que quiere decir chikungunya en ese lenguaje africano, que se tocó en ese momento en esa región, donde las personas además de la fiebre tienen dolores en las articulaciones que le impiden moverse adecuadamente”, insistió el ministro.

El funcionario recordó que esta enfermedad fue presentada por la Organización Mundial de la Salud en diciembre del año pasado como ya presentan en la región de las Américas.

“Y nosotros alertamos por primera vez al país en enero de este año producto de la relación que tenemos con esas islas, sobre todo San Martín que era donde se había conocido algunos casos”.

Subrayó que efectivamente se activó el sistema de alerta epidemiológica que tiene el Ministerio de Salud Pública, dándole seguimiento día a día de los reportes que se ofrecían de los diferentes hospitales de personas que presentaban fiebre.

En Santo Domingo
Sobre los cien pacientes, entre adultos y niños, con síntomas característicos de fiebre chikungunya está recibiendo diariamente el hospital Luis Eduardo Aybar, en su área de emergencia, procedentes de diferentes barrios de la capital, lo que por momentos desborda la capacidad de atención del personal asignado a ese servicio.

Ayer, adultos con fiebre, dolores articulares y erupciones en la piel, el centro recibió 60 adultos y 46 niños, mientras que el día anterior había recibido 83 adultos, agravado no solamente por la falta de espacio, que obliga a que muchos tengan que permanecer parados o sentados en el piso, sino a la escasez de materiales gastables e insumos que afecta al centro, según revelaron médicos y pacientes.