Silvio Carrasco al momento de ofrecer la conferencia.
SANTIAGO.– Silvio Carrasco, exdirector del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INDHRI) estimó que el mayor reto que tiene el país para enfrentar la situación generada por la escasez de agua, es eliminar la cultura del miedo hacia los huracanes y tormentas.
Por eso, dijo que urge la creación de políticas públicas y un plan de educación ciudadana, para que los dominicanos del presente puedan disfrutar del preciado liquido.
Al ofrecer ayer una conferencia en la Universidad Abierta para Adultos (UAPA) en esta ciudad, Carrasco sostuvo que esa realidad persiste “porque hace 10 años que aquí no sabemos los que es un ciclón y por eso es que estamos tan afectados de la sequía”.
El especialista y director de la Unidad del Agua, de la PUCMM, dijo que los dominicanos se asustan desde que escuchan las noticias referentes a posibles huracanes que puedan tocar el país.
“Y todo porque no tienen conciencia de que éstos son los generadores de una gran cantidad de agua a través de las lluvias y de abastecimiento a los ríos”, puntualizó.
Agregó que a los gobiernos solo les ha interesado invertir en hidroeléctricas porque estas generan dinero, contrario al agua que no produce ese tipo de beneficio.
Indicó que en los Estados Unidos sus habitantes disfrutan de la temporada de nieve, porque esta contribuye a un mejor verano y a la producción de agua que necesita esa nación.
Durante su disertación el académico sostuvo que otros retos que tiene la nación son aprender a manejar los ciclones y a llenar el país de presas, si se quiere tener el preciado líquido en cantidades que puedan ser utilizadas en tiempo de sequía.
Añadió que el país nunca se ha preparado para enfrentar fenómenos naturales, ni con las lluvias y mucho menos con las situaciones de las casas cuando ocurren estas fuertes precipitaciones.
El académico, recordó que hace muchos años que en la República Dominicana se construyó la ultima presa, la de Monción y que dentro de los desafíos del agua, está el recurso servicio y agua-país, para controlar su uso racional.