SANTIAGO.- El munícipe y conocido abogado santiaguero Ramón Antonio (Negro) Veras, consideró que la indiferencia que muestran las autoridades de la Alcaldía local, para mantener limpia la ciudad, es propia de gente sucia e indiferentes ante la suciedad.
Para avalar ese criterio, Veras dijo que los desperdicios “se han convertido en compañeros en la vida diaria de los que habitan su casa grande, que es la ciudad de Santiago de los Caballeros”.
Según su criterio, pura y simplemente esta ciudad es un basurero con luz y vitrinas, calles y avenidas. “Es un basural desorganizado que apesta, contamina y enferma; un sumidero con habitantes muy refinados a los cuales no les importa la hediondez; una porquería con una Alcaldía que menosprecia a los santiagueros”.
“Santiago es un estercolero que vive de un pasado de limpieza, en un presente de basura y desorden; un bañadal con apariencia de ciudad civilizada; un escorial con habitantes bien vestidos y harapientos y una ciudad dominada por lo que no sirve o sirve poco”, arguyó Veras.
Dijo que esto ha convertido esta ciudad “en el símbolo de un Santiago abandonado, desordenado, asqueroso, desamparado, desatendido y desprotegido por una Alcaldía indiferente a todo lo que significa limpieza para Santiago”.
Invitó a quien quiera comprobar si es cierto o no que está conviviendo con la basura, la sucieza y la contaminación, que haga un recorrido por el centro de la ciudad.
Por igual, que se motive a dar un paseo por el Hospedaje Yaque, que haga un tour por el parque Duarte, el Mercado de los jueves frente al cementerio de la 30 de marzo, al mercadito que está frente al hospital Cabral y Báez y el Hospicio San Vicente de Paul y, finalmente, pañuelo en nariz “concluya su tránsito en la humareda del vertedero de Rafey, para después necesariamente visitar a su neumólogo”.
Tras recordar que la vida, al igual que la política, se nutre de realidades, Negro Veras dijo que su deseo es decir que Santiago es una ciudad limpia, bonita, aseada, en la cual se respira un ambiente agradable y que su alcaldía se ocupa de mantenerla bella.
“Pero no podemos vivir de ilusiones; la realidad nos está dando en la cara y Santiago es, lamentablemente, y hay que decirlo con todo pesar, una ciudad inviable, un basurero dominado por todas las porquerías, y con una Alcaldía que es una afrenta, que está en cualquier cosa menos ocupándose de Santiago”, concluyó.