ESTADOS UNIDOS.- El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, consideró hoy una “vergüenza” que las mujeres ganen menos que sus compañeros varones por desempeñar la misma labor y urgió a los legisladores republicanos del Congreso a que dejen de “bloquear” las iniciativas que buscan poner fin a esta “injusticia”.
“Es injusto. Y en 2014, es una vergüenza. Las mujeres merecen ganar lo mismo por realizar el mismo trabajo”, afirmó Obama en su discurso semanal de los sábados, cuya versión en español la pronunció la mexicana María Contreras-Sweet, que encabeza la Dirección de Pequeñas Empresas (SBA, en inglés) desde el 7 de abril.
Contreras-Sweet, de 58 años y nacida en Guadalajara (México), es la segunda persona de origen hispano en formar parte del actual gabinete de Obama junto con el secretario de Trabajo, Thomas Pérez.
Su protagonismo en el discurso presidencial llega en la semana en la que Obama ha aprobado un decreto y un memorando en favor de la transparencia salarial para que puedan identificarse más fácilmente los casos de discriminación, que afectan principalmente a las mujeres latinas y afroamericanas.
“Esta es una cuestión económica que nos afecta a todos. Las mujeres constituyen aproximadamente la mitad de nuestra mano de obra. Y, cada vez más, muchas de ellas son el sostén principal de nuestras familias. Así que cuando las mujeres ganan un salario justo, nos beneficiamos todos”
El mandatario también aprovechó su misiva para criticar una vez más el “bloqueo” republicano a las propuestas de su partido para luchar contra la desigualdad salarial.
“Este es el problema- cuando se trata de resolver temas que beneficiarían a millones de mujeres, los republicanos del Congreso bloquean el progreso de forma constante. Esta misma semana, los senadores republicanos bloquearon la Ley de Equidad Salarial, una iniciativa legislativa con sentido común que podría ayudar a más mujeres a ganar lo mismo que los hombres por realizar el mismo trabajo”
Estas iniciativas de Obama se enmarcan en su propósito de legislatura de reducir las desigualdades en Estados Unidos y en una agenda marcada por las elecciones legislativas de noviembre, en la que los demócratas se juegan mantener el control del Senado.
Para ello, los legisladores de su partido apremian al presidente a impulsar una agenda genuinamente demócrata que marque diferencias con los republicanos en asuntos sociales para retener el voto de los colectivos que le auparon a la presidencia, entre ellos y en un lugar muy destacado las mujeres.
Otro de los colectivos vitales para los demócratas es el latino y la discriminación salarial es más acusada entre las mujeres hispanas, que sólo ganan 56 céntimos -en comparación con los 77 de las blancas- por cada dólar que recibe un hombre caucásico.