SANTIAGO.- Como “una afirmación dolorosa” cataloga el semanario católico Camino la aseveración hecha recientemente por el jefe de la Policía Nacional, mayor general Manuel Castro Castillo, en el sentido de que las actividades del crimen organizado sobrepasan la capacidad de respuesta de esa institución.

Asimismo, el órgano escrito del Arzobispado de esta ciudad, sostiene que esa aseveración del jefe policía “es la confesión sincera de quien dirige el organismo encargado de velar por nuestra seguridad ciudadana”.

En el editorial de este domingo titulado “Confesión amarga “, Camino sostiene que en el país ocurren hechos noticiosos que aturden, que la velocidad de los mismos apenas dan un respiro para el asombro y que lo peor de esta realidad “es que nos volvemos insensibles y los vemos como algo normal y vamos formando callos en el alma”.

En este contexto ubica lo expresado por el mayor general Castro Castillo, precisando que esa “afirmación dolorosa” no salió de una tertulia entre intelectuales que se reúnen para tomar el pulso de la situación nacional”. “Tampoco de los diálogos improvisados, pero cargados de sabiduría, que se dan en la esquina del barrio, o en el colmado del sector campesino, es la confesión sincera de quien dirige el organismo encargado de velar por nuestra seguridad ciudadana”, puntualiza.

Camino estima que para hacer frente al creciente fenómeno social de la delincuencia común y la cometida por aquellos que a través de la historia han sido vacas sagradas, las autoridades tienen que aplicar  la Ley que se ha construido para alcanzar una sociedad habitable.

En cuanto a la Policía Nacional, es de opinión que es urgente y necesario dotarla de las herramientas que le permita desarrollar su labor con eficiencia.

Por eso recomienda que la institución continúe cada día profundizando la profilaxis curativa dentro de sus miembros “y así recobrar la credibilidad que se ha ido agrietando a través de los años”.

“El Estado tiene una deuda social muy grande con los agentes del orden, hombres y mujeres que han vivido con un salario de miseria que les priva de tener una vida más digna, y son presas fáciles de los corruptores”, indica.

Y termina diciendo que, así como en el sector educativo se comienzan a ver días más luminosos gracias a que el pueblo se empoderó de esa meta de tener una educación digna, también logrando un 4 por ciento del PIB para este renglón “podemos ir sentando las bases para tener una Policía Nacional a tono con los tiempos actuales y de la cual nos sintamos orgullosos”.