Una pala mecánica recoge el asfalto en la calle Libertad, mientras que al fondo se observa parte de los daños causados por la crecida del riachuelo El Borinche.
GASPAR HERNANDEZ.- Al cumplirse este jueves la primera semana de las crecidas de un río y una cañada que atraviesan este municipio, que causaron millonarios económicos, decenas de familias damnificadas esperan que la ayuda gubernamental llegue con la fluidez que ameritan la circunstancias.
En esa ocasión por lo menos 150 propiedades fueron afectadas parcial o totalmente por los desbordes de agua, provenientes del río Joba y el riachuelo El Borinche, como consecuencia de fuertes aguaceros ocurridos el miércoles y jueves.
Residentes en el centro de Gaspar Hernández sacan de sus casas parte de sus propiedades, afectadas por las inundaciones.
La mayoría de las propiedades dañadas está ubicada en los sectores Los Franceses, El Caimán, Cueva de Leones, Semillero, La Hoya, Hanón, Cóndor, Villa Valentín, María Trinidad Sánchez, Joba Arriba, Limonal, La Piña, Matadero Viejo y las calles Libertad y Luís Manuel Martínez, del centro del pueblo.
La zona ubicada en el trayecto del riachuelo El Borinche resultó anegada por sus aguas la noche del miércoles, por lo que decenas de viviendas y establecimientos comerciales de la parte céntrica resultaron afectados sus ajuares y artículos en venta.
Al día siguiente aconteció el desborde del río Joba, cuyas aguas salieron de cauce y se internaron casi dos kilómetros en algunos lugares, provocando los peores daños.
Los eventos ocurrieron justo cuando el Ministerio de Obras Públicas desarrollaba en este pueblo el programa de asfaltado de sus vías, por lo que en algunos metros de la calle Libertad la inundación afectó dañó una capa asfáltica colocada horas antes, con el objetivo de concluir el trabajo posteriormente.
Esta mañana decenas de las personas afectadas económicamente por los daños, se quejaron de que los organismos de asistencia social del gobierno no actúan con la celeridad que requiere el momento que les ha tocado vivir, producto de las inundaciones.
“Reconocemos que las autoridades, principalmente del Plan Social de la Presidencia, han distribuido artículos para el hogar y ropas, pero la realidad es que esa ayuda ha beneficiado a pocos de los afectados, por lo que se hace necesario que la misma fluya con más celeridad, para que el pueblo recobre su normalidad lo más pronto posible”, dijo Altagracia Batista, propietaria de una tienda ubicada en la calle Libertad.
