Indignación en Italia por el uso de la obra de Miguel Ángel en un fotomontaje publicitario de un fusil considerada una violación de la ley y un acto de violencia «peor que atacar la escultura a martillazos»
Indignación y condena
La indignación ha sido general en Italia, comenzando por el ministro de Cultura, Dario Franceschini, quien ha comentado: «La imagen publicitaria del David armado ofende y viola la ley. Actuaremos contra la empresa americana que debe retirar de inmediato la campaña». Por su parte, el concejal de cultura del ayuntamiento de Florencia, Sergio Givone, considera que esa campaña publicitaria es un acto de violencia: «Es peor que atacar la escultura a martillazos.El David representa la libertad del ciudadanos frente a los abusos del poder. La escultura de Miguel Ángel es un hombre joven indefenso, listo para desafiar a Goliat con una simple honda: en su lugar se ha colocado un enorme fusil. Además del abuso, se trata de una falsificación».
Daño a una obra símbolo, patrimonio de la humanidad
Un daño enorme, que para el concejal Givone, filósofo y esteta, se extiende a la ciudad de Florencia: «Es evidente que el David es patrimonio de toda la humanidad, y no solo de los florentinos, pero en este caso la ciudad está implicada directamente, porque llama en causa una de sus obras de arte que es un símbolo». Por ello, Sergio Givone hace esta propuesta: Sería justo pedir una compensación multimillonaria a la empresa americana, y emplear esa cantidad enrestaurar Pompeya o financiar necesidades de museos italianos”.
Violación de la ley
El David de Miguel Ángel, como otras obras de arte, está protegida con derechos, y su utilización con fines publicitarios necesita un permiso por parte del ente titular de su custodia, en este caso el Estado.
Este escándalo, que crea indignación y desprecio en Italia, seguramente no suscitará la misma repercusión en Estados Unidos, donde la venta de armas es una práctica corriente, favorecida por potentísimos grupos de presión. Así, comprar un arma es casi más fácil que obtener una medicina en una farmacia.