SANTIAGO.- Luego de que las autoridades del hospital José María Cabral y Báez, tomaran la decisión de reasumir el local ocupado de forma irregular por el Sindicato Nacional de Trabajadores de Enfermería (SINATRAE) y éstos afirmaran que el espacio les pertenece, el director de la Pastoral de Salud de la Arquidiócesis de Santiago, habló para aclarar el contencioso.
El doctor Reinaldo Abréu, quien además de diácono es médico egresado de Anestesiogía del mismo hospital, dijo que el padre Rodolfo Rodríguez (fallecido), «facilitó un pequeño espacio perteneciente a la capilla para que el sindicato pudiera desarrollar algunas de sus funciones a favor de las enfermeras, pero que esta acción no tiene la formalidad ni la validez de un acuerdo entre instituciones».
«Por obra de misericordia, el padre Rodolfo vió la necesidad de darles participación en un área de la capilla, como sacerdote y santo al fin, pero en el entendido de que él no tenía la autoridad para pactar o ceder un espacio que corresponde al hospital».
Hablando en compañía del doctor Ernesto Rodríguez, director del Cabral y Báez, el ministro eclesial católico fue enfático al decir que la capilla está primero que el sindicato y que el reclamo de SINATRAE carece de fundamento y rigor, lo que fue secundado por el doctor Rodríguez, quien dijo que esa ocupación irregular data del año 2009.
«Hemos sido condescendientes y bien intencionados con SINATRAE, tanto de la parte parroquial como de las autoridades del hospital, pero el sindicato ha respondido con amenazas y medidas de fuerza e incidentando los servicios, lo que nos ha obligado a tomar medidas para salvaguardar el patrimonio de la institución y el normal desarrollo de las labores, dijo el Rodríguez.
Voceros de SINATRAE y del Colegio Médico Dominicano, han dicho que el gremio de enfermería lleva treinta años en las instalaciones del hospital, y que ésto les da derecho a reclamar como propio el espacio en cuestión, que las autoridades hospitalarias han dispuesto sea utilizado en ampliar y fortalecer los servicios de salud.
Tanto el diácono Abréu como el director del centro regional de salud pública, fueron categóricos al desmentir estas afirmaciones realizadas por ambos gremios.
