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«El dotolcito» que se pasó de contento


Más relevante que lamentar el deterioro moral del tal “Dotolcito”, es el dolor de la madre de la víctima asesinada, el joven de 18 años, Joshua Omar Fernández. Sobre todo, la reflexión debe estar encaminada a que cada quien tome medidas preventivas para evitar situaciones tan funestas.

Porque como dice el refrán “Algo huele mal…” con lo que tiene que ver con una parte del mundo de la música urbana, dedicada con énfasis a promover estilos, cultura y mensajes agresivos, a incitar malos hábitos y conductas perniciosas, lujuriosas, violentas, que llevan directamente a caminos de fracasos y zozobras.

Como robos, atracos, armas, sexo ilícito, irrespetos, inmodestias y deslealtades etc.

El énfasis en muchos medios, en protagonizar miserias de la personalidad y el carácter sobre todo de personas jóvenes, que es quienes venden; proyectar inconductas e infravalores, espectaculares idioteces, celebrar la idiotez como meritoria y honorable, no lleva a nada bueno. El estilo de la mayoría de dembowceros es caldo de cultivo para esclavizar en la rudeza y especializar delincuentes, aberrar y mantener jóvenes con debilidades psicológicas subyacentes, sobre todo altera a los de falta de atención y concentración; hiperactivos e impulsivos. Duro decirlo, peor sufrirlo.

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