Yiyo Sarante, una de las figuras de la música popular del momento, de promoción y calentamiento, se movió por la “Ciudad Corazón”, y de visita programada, estuvo en nuestro espacio “A Todo Color”, y comparto la impresión que resultó un grato y ameno encuentro.
Apareció en el firmamento artístico de la música popular para quedarse, luego de andar por agrupaciones en las que tras deslumbrar, en “va y vienes”, parecía disiparse su luz; y sin embargo, parece que fue el destino que le esperaba para traerlo al escenario en el que jugaría un papel estelar. La salsa de Sarante, y su posicionamiento en la escena es una inmóvil realidad.
Su salsa estilizada, clásica, desplazada hacia la elegancia, y el sentido completo del mensaje, ha colmado las ansias de un público que sabe disfrutar lo bueno, por lo que el intérprete hoy día es un representante del género con el que hay que contar y hacer referencia al hablar del ritmo.
A Yiyo le gusta contar historias con música y letra, también le gusta hablar, lo hace con propiedad y sentido crítico, con ideas y estilo propio, en base a conocimientos previos, obviamente; con responsabilidad emite juicios, atinados y controversiales, distintos, propios.
Un respeto por la salsa, con reverencia a los grandes e interés de participar con los relevos. Le busca la forma a la presentación del producto que el constituye, practica estilos, se ve imponente con imagen distinta, individualizada. Interpreta a ritmo de salsa, pero de la buena. Y me pregunto qué dirá Eugenio? “Pregúntale”, “Mejor Vete con el Otro”, “Dime”, “Homenaje a Willie González.”, “Quédate”. “Maldita Primavera”. Yiyo Sarante es de la idea de que: “La salsa siempre ha estado compuesta de leyendas urbanas”.
Su pegada del 2012, le sigue como sombra renovada en este año, y se percibe que su buena onda es para quedarse, en el no “pasa ligera la maldita primavera”, está sustentada su carrera, y su fama en sólida base de trabajo. Puede llegar a culminar la etapa de vigencia de sus producciones y su figura aportes, permanecerán. El movimiento es idóneo, puro.
Cuidando su carrera con ilusión se verá acompañado de los fieles amantes y seguidores del ritmo, lo bonito de la salsa continúa, con nuevas firmas que dejan huellas imborrables en el desarrollo de la salsa como ritmo caribeño. Particularmente en el dominicano, que le abonan para que florezca, se destaque, evolucione y trascienda.
Se ve en Yiyo como salsero, a un artista caribeño, en esencia tropical dominicano, presentando una mezcla de salsa persistente, romántica y timba, en la que la percusión, los instrumentos de cuerda y de vientos crean sinfonías cesionistas evocadores de los días cumbres de apogeo de los 70. Con clave de son y melodía de son montuno, es una armonía clásica instrumentada en el presente.