María Luisa Estévez/Claudio Concepción
De manera escueta vamos a definir el denominado “Show de La González”, que fue en verdad un espectáculo fuera de serie.
Ahí les va: Muy bueno. Único y extraordinario. Audaz al apostar al desafío de lo convencional. Un show dentro de otro, un ejercicio de atención, enfoque y creatividad. Una forma diferente de presentar un espectáculo de humor, una proyección de realidades subjetivas de la sociedad, identificación artística expuesta al máximo potencial, algo nunca visto, singular.
Seguimos: Luces impactantes, pocas veces vistas, escenografía gigante, vestuario espectacular a lo París, Francia y Copacabana, de La Habana, Cuba; buena coreografía. Digno de El Gran Teatro del Cibao. Otro nivel. Con un contenido más allá de mediático. El público demostró que está listo para recibir y celebrar buenas y diferentes propuestas como ésta.
La González es en sí un fenómeno del humor
Es pionera, audaz y atrevida al presentar el primer show psicológico de humor, una apuesta arriesgada, única, singular, con la cual se expuso a la incomprensión, también lo es llegar de las redes al escenario más grande de la región, son cosas diferentes, sin embargo, le funcionó. De principio a fin un ejercicio con el público, envuelto en una producción suntuosa, con efectos, despliegues técnicos especiales, un espectáculo al estilo la vida rosa, donde La González, cantó, bailó, actuó, se desplazó en exteriores, y en el escenario con sus personajes, y todo con un trasfondo psicológico, que sugiere apertura mental, visión y gran creatividad artística.
La González es en sí un fenómeno del humor, un personaje que sugiere una celebración a la personalidad múltiple, son sus personajes expuestos con sus mentalidades y divergencias neurotípicas, sus excesos, desde la frivolidad, el egocentrismo, vanidad, miedos, celos, superficialidad, y excesos.
Los personajes se desplazan narrando sus discursos psicológicos, con sarcasmo, capricho, ironías, con espacios reflexivos y vacíos. Son viajeros hirientes, con diferentes sonidos, firmas, y movimientos de una relatividad cultural danzada a través de las confusiones socioculturales que son distintas caras del drama universal del hombre, y desafíos del aquí y el ahora.
Personajes humorísticos, con metas comunes, sobrevivir a catarsis, conflictos y desgastes propios del quehacer de sus personajes en la lucha por la vida. Presentar dramas humanos con humor, y glamour, incluyendo implícitas prácticas y técnicas terapéuticas de la Psicología Positiva, de la Gestalt, y Mindfulness, así como del conductismo, y cognitivismo es extraordinario.
Elegante y atractivo el show de La González, con impactantes vestuarios, coreografías muy bien logradas, luces de altísima gama, selección musical exquisita, efectos especiales, voces, doblajes, todo con encanto y fineza.
¡Felicitaciones a Yamilet (La González) y a todo su elenco!
