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Gobierno enfrenta problemas educación y eléctrico, pero Salud Pública sigue de mal en peor


Y TODAVíA QUEDAN MáS MUESTRAS QUE PERMITIRíAN INDICAR LA GRAVEDAD DEL
PROBLEMA QUE ENFRENTA LA SALUD PúBLICA DE LA NACIóN DOMINICANA, SIN
QUE HASTA EL MOMENTO NADIE DIGA NADA Y NADIE HAGA NADA EN PROCURA DE
ENFRENTAR EL MAL.
filtracionenhospitales
Así están los techos de los hospitales del país.

Por Salvador Sánchez

SANTO DOMINGO.- La población se ha volcado en aplausos para el
presidente Danilo Medina tras aplicar correctivos adecuados a un
cumulo de problemas históricos de la nación dominicana. Ha concitado
un nivel de simpatía nunca antes visto a favor de un mandatario en
América Latina, encuestas dentro y fuera del país, lo colocan por
encima de un 90% de aceptación en su gestión, por encima de todos,
inclusive más allá del litoral latinoamericano.

El cumplimiento de un compromiso de campana en cuanto a la
consignación del 4% del Producto Interno Bruto, PIB, en el presupuesto
general de la nación a favor del sistema educativo, se ha convertido
en la punta de lanza de tan amplio respaldo poblacional a su gestión
gubernativa.

Pero además, la palabra empeñada y creíble de que, al término de su
mandato en el 2016, habría de estar resuelto el tedioso problema
eléctrico, suma y concita mayores confianza en un presidente que los
dominicanos entienden es representativo de todos más allá de los votos
obtenidos por su propio partido para convertirse en presidente.

Créditos y asesoría técnica a los productores campesinos más
desprotegidos, han devuelto la confianza al campo. Sus visitas
sorpresas a comunidades distintas cada fin de semana le hacen parecer
un Santa Claus en plena época navideña, y mejor porque lo hace durante
todo el ano.

Pero…siempre hay un pero…la Salud Pública en la gestión de gobierno de
Danilo Medina no encuentra cauce para mostrar solución a problemas
que, si bien no son nuevos, a dos años de ser escogido su gabinete,
por lo menos ya deberían deberían verse señales de que aun sean buenas
intenciones se tienen.

Muestras escogidas al azar en todo el país indican que el Ministerio
de Salud Pública anda manga por hombro. Dos epidemias en estos dos
años, que a pesar de ser avistadas y avisadas suficientemente por
medios y expertos no han podido ser enfrentadas suficientemente con
presteza y buena gerencia por el doctor Freddy Hidalgo y su equipo en
esta gestión.

La del dengue primero y ahora la de la Chikungunya ponen en tela de
juicio y en serio cuestionamiento el desempeño de la prevención por
parte del ministerio de Salud Pública.

Más de un médico experto en epidemiologia advirtió sobre ambos casos y
a ninguno se le presto la debida atención hasta que ambos casos, el
Dengue y la Chikungunya, se convirtieron en epidemia en todo el país.
Esas son dos muestras, pero hay más, mucho más cuestiones que ponen en
tela de juicio la gestión del actual gobierno en materia de Salud
Pública y hasta sus buenas intenciones dadas las faltas de respuestas
a los cuestionamientos y sugerencias.

Otras muestras de la incapacidad de una gerencia están dadas en la
creciente deuda del ministerio para con los suplidores del Estado que
con todas las de la ley suministran materiales y equipos a los
distintos centros de salud y a la propia red sanitaria publica.

A todos les deben tanto que muchos se han ido a la quiebra o al
suicidio por no poder responder ante sus acreedores.

Más aún, hospitales que se caen a pedazos en cuanto a servicios y por
el deterioro de sus instalaciones. Bastaría mencionar, el hospital de
Boca Chica, cuyos usuarios afirman que en el referido centro médico
asistencial, no tienen ni siquiera equipos de laboratorios para
realizar hemogramas, crisis que termino con la renuncia de su director
por no poder hacer frente a la calamidad.

También el hospital Juan Pablo Pina, de San Cristóbal, “inaugurado el
5 de junio de 2012 por el entonces presidente Leonel Fernández, se
encuentra a oscuras cuando no hay energía eléctrica, debido a que no
se instaló el transfer para la planta de emergencia, uno de los tantos
vicios de construcción de esa obra.

Allí para operar pacientes, todavía usan velas, cuando se va la
energía eléctrica…

Ni que decir del hospital Robert Read Cabral, especializado en
atención a los niños del país, que según crónica de medios “tiene la
mayoría de equipos de imágenes dañados, la falta de agua es constante,
y una deuda de casi RD$ 70 millones con los suplidores, que les impide
tener crédito en farmacias y laboratorios farmacéuticos.

Esa situación que afecta al hospital infantil Robert Reid Cabral, “fue
descrita por un grupo de médicos del centro asistencial que conforman
lo que denominan ¨SOS Robert Reid Cabral¨, para llamar la atención. La
doctora Maritza Mateo encabeza la comisión que hace dos semanas
entregó un documento al presidente del CMD, Pedro Sing, quien confirmó
el dato”.

Y como si esto fuera poco, hará cosa de meses que se dispuso la
remodelación del hospital Marcos A. Cabral de la ciudad de Santiago de
los Caballeros, a un costo de más de RD$2 mil millones de pesos, pero
sin la previsión requerida en materia de planificación que permitiera
antes de iniciar los trabajos de remozamiento, decidir que harían con
los miles de pacientes que allí ingresan sin tener otro lugar donde
ir, por ser este el más grande del Cibao. Allí hay un caos…

Y todavía quedan más muestras que permitirían indicar la gravedad del
problema que enfrenta la salud pública de la nación dominicana, sin
que hasta el momento nadie diga nada y nadie haga nada en procura de
enfrentar el mal o, cuando menos, dar aliento en el sentido de que se
estaría en busca de la solución.

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