Cantante, actriz, empresaria y bailarina, Jennifer López parece tenerlo todo, pero la diva del Bronx suele apelar a sus raíces y crianza como parte de su imagen artística. El problema es que no todo el mundo está contento con eso.
Hay quienes describen el concierto gratuito que ofreció anoche en el Bronx -el primero que presenta en el área- como un intento desesperado e “hipócrita” por parte de la estrella para impulsar las ventas del disco que lanzará la próxima semana.
El espectáculo se llevó a cabo en el Orchard Beach del Pelham Bay Park y los productores del evento anunciaron que entregaron 25 mil boletos para entrar de forma gratuita a la función. Sin embargo, la cantidad real de asistentes descendió a la mitad, según informó el New York Post. Ese medio reportó cómo varias personas criticaron “lo poco” que la artista de 44 años ha hecho para el desarrollo de la comunidad del Bronx, donde nació y se crió.
De hecho, RadarOnline informó que Jennifer López no se hospedó en el Bronx, sino en Manhattan, algo que provocó que algunos la llamaran “hipócrita”.
Días antes del concierto, algunos vecinos también se quejaron al prever los problemas de tránsito que provocaría el show, algo que varios medios de la ciudad confirmaron en sus reseñas.
Tras abrir el espectáculo con “I’m Coming Home”, la artista dijo sentirse emocionada de su regreso al lugar que la vio crecer. “Esto es un momento tan increíble para mí. Estoy tan contenta de estar en casa”, expresó.
Según reseñó el New York Times, la “exuberancia” de J.Lo “brilló en el show” y fue algo que proyectó con “energía, corazón, sudor y, a veces, convicción estética”.
Mientras bailaba éxitos musicales como “My Love Don’t Cost a Thing” y “Waiting for Tonight”, la estrella de Hollywood se destacó por sus cambios de ropa. Uno de los atuendos que más cautivó a la multitud fue una versión corta del icónico vestido que usó en la ceremonia de los premios Grammy durante el 2000 y que reinventó para el vídeo musical del sencillo “I Luh Ya Papi”.
Algunos, sin embargo, han criticado el hecho de que el concierto gratuito que J.Lo ofreció en el Bronx es demasiado estratégico considerando que la diva lanzará su octavo álbum, “A.K.A.”, el próximo 13 de junio.
Jennifer López cambió de vestuario en varias oportunidades.
