La racha de Kyle Korver, que llevaba 127 partidos seguidos anotando al menos un triple, se rompió ante los Blazers
Las plegarias de Kevin Garnett junto a la canasta, las dominadas deDwyane Wade en el aro… y el triple de Kyle Korver. Hasta ahora, todos eran rituales ineludibles en cada partido de la NBA en el que actuaban sus protagonistas, pero anoche uno de ellos dejó de cumplir con su deber. La muñeca infinita de Kyle Korver, esa que llevaba 127 partidos seguidos anotando al menos un triple, dijo basta. Se secó. Rompió una racha histórica que parece complicado que pueda volver a igualarse.
La NBA vive de especialistas y uno de ellos es Kyle Korver. En su caso, su trabajo es estar preparado para levantarse y anotar cuando le llega la pelota. Un mecanismo de tiro que tiene muy bien ensayado y que le había dado fruto durante una temporada y media. 127 partidos.
El alero de los Atlanta Hawks no fallaba a su cita con el triple desde el 2 de noviembre de 2012, pero ante los Blazers de Claver (apenas jugó seis minutos) no anotó ninguno en cinco intentos.
«Estoy hecho polvo. Fue muy bonito mientras duró. Alguna vez miraré hacia atrás y me sentiré orgulloso de esta racha, pero no esta noche, obviamente. Ha sido un partido muy duro para todos», apuntaba el propio Korver tras la derrota abultada (102-78) ante Portland.
El principal culpable de que el idilio de Korver y la línea de triple se rompiera fue el alero Wesley Matthews, su defensor en la noche de ayer. «Lo único que me propuse antes del partido era intentar que no tocara la pelota. Estaba como loco con eso», apuntó feliz tras el duelo.
Durante estos 127 partidos, Korver ha convertido un total de 337 triples. Una media de casi tres por partido, lo que le convierte en uno de los grandes especialistas de la liga en este apartado.