SANTIAGO.- El ingeniero Hamlet Otáñez llamó ayer miércoles a los santiagueros rechazar las negociaciones «de aposento”, que supuestamente ha realizado la alcaldía de aquí con una empresa de capital puertorriqueño.
Otáñez denunció que dicho pacto tiene como único propósito, salvar financieramente las empresas recolectoras de basura, que en nada beneficiaría a la población y que se convertiría en otra tragedia para la ciudad.
“La actual gestión está próximo a cumplir 4 años, y no ha podido avanzar en el establecimiento de un sistema, al menos aceptable, para la recolección de los desechos sólidos que generamos los santiagueros, siendo esta una de las responsabilidades básicas de cualquier ayuntamiento del país”, sostuvo el dirigente peledeísta.
Otáñez, dice que en Santiago se producen mil toneladas diarias de basura y la Alcaldía ha sido incapaz de recolectar el 60 por ciento de esta, habiendo incrementado en más de un 30 por ciento la tarifa de este servicio a los ciudadanos.
“En estos últimos 2 años que le restan a Serulle, los santiagueros debemos ponerlo en cintura, para que no termine de destruir el Ayuntamiento y a Santiago; la sociedad civil y los partidos políticos debemos estar alertas frente a la triste agonía de una gestión municipal que se ha caracterizado por la anarquía, el desorden administrativo y la incapacidad gerencial”, sostiene el peledeísta.
Propone que lo primero que debe hacer la Alcaldía es, convocar a la Junta Directiva de la Corporación de Aseo de Santiago (CASA), para que esta asuma, tal y como establece la Ordenanza Municipal número 2748-06 del Ayuntamiento de Santiago, la cual reiteró, Gilberto Serulle y José Enrique Sued violaron sistemáticamente.
Otañez, quien fuera director de la Coporación del Acueducto y Alcantarillado de Santiago (Coraasan) dijo que las fuerzas vivas de la comunidad asumirían la dirección de la recolección de los desechos sólidos y su disposición final, ante la incapacidad de las dos últimas gestiones municipales.
Recomienda rescindir los contratos con las empresas que mal recogen la basura, pasar a realizar operaciones de emergencia durante un periodo no mayor de 3 meses y celebrar una licitación pública internacional, transparente y expedita, donde resulte una nueva contratación de empresas con visión, planes, equipos y recursos que puedan hacer frente en el corto y mediano plazo a la calamidad pública en que se ha convertido la recogida de basuras para Santiago.
