La población está impedida de disfrutar libre y gratuitamente de este lago artificial, construido por el Gobierno dominicano en la década de 1970. Para navegar o hacerse fotos, hay que pagarle al empresario Luis Marino Gómez.
La periodista Luchy Placencia, denunció este lunes que «el pueblo dominicano está impedido de disfrutar libremente y sin costo alguno del lago artificial construido por el Estado, en la década de los 70, en el parque Mirador del Sur, de Santo Domingo.
Afirmó que empleados del empresario Luis Marino Gómez, arrendatario de dos locales para restaurantes ubicados en el parque, prohíben la entrada a la población al área del lago y cobran un mínimo de dos mil pesos a quienes desean tomarse fotografías allí.
“Tampoco está permitido que la ciudadanía utilice botes propios para hacer uso del lago. Quien desea pasear en esas aguas debe alquilarlos a compañías privadas”, resaltó Placencia.
La periodista narró que varios empleados de Gómez la obligaron, en la mañana de ayer domingo, a abandonar el lago artificial en compañía de una pareja de esposos amiga a la que había ido a fotografiar en ocasión de la espera del primer hijo.
“Cinco empleados de Gómez nos sacaron del lago, aduciendo que éste fue reconstruido por el empresario para su usufructo particular e informándonos que la tarifa mínima para tomarse fotografías allí era de dos mil pesos”, explicó.
La comunicadora social consideró que la privatización del lago artificial del parque Mirador del Sur conculca el derecho del pueblo dominicano a disfrutar libre y gratuitamente de los espacios públicos construidos con dinero estatal.
Asimismo, agregó Placencia, la privatización de esa extensa área del Mirador del Sur contraviene el espíritu con el que el arquitecto Eugenio Pérez Montás desarrolló ese parque como el eje de un notable conjunto paisajístico que luego integró a los jardines Botánico y Zoológico, así como al parque Mirador del Este.
“Los recursos invertidos resultan minúsculos ante la importancia social y estética de la obra. Hablando en el lenguaje del urbanista, podemos afirmar que se dio un paso de trascendencia en el desarrollo de la ciudad, atrevido por su magnitud. Siete kilómetros de jardines dispuestos de forma lineal, entre rocas que forman cavernas milenarias y minúsculos valles de tierra roja”, afirma Pérez Montás en su libro “La Ciudad del Ozama, 500 Años de Historia Urbana”.
Placencia consideró, a su vez, que la privatización del lago artificial del parque Mirador del Sur “traiciona el legado que quien fuera mi amigo por muchos años, el arquitecto Manuel Valverde Podestá, su paisajista, quien lo concibió como el rescate del litoral de la segunda terraza geológica de Santo Domingo”.
La comunicadora social solicitó al Ayuntamiento del Distrito Nacional, a la Dirección Nacional de Parques, al Ministerio de Medio Ambiente y a la Defensora del Pueblo que intervengan para corregir lo que definió como “un abuso imperdonable en contra del pueblo dominicano”.