SANTO DOMINGO.- Aunque afirma que República Dominicana es su segunda tierra, el empresario español Juan José Hidalgo (Pepe) está decepcionado y se siente perseguido por un grupo de gente interesada que atenta contra los inversionistas extranjeros, poniendo en riesgo la imagen y clima de inversión del Estado dominicano.
“Este es un país con demasiados abogados y hay demasiados intereses. Aquí todo el mundo quiere llevar pleito contra los españoles y los inversores”, declaró.Hidalgo es el presidente ejecutivo del grupo turístico Globalia, una organización que agrupa hoteles y la línea aérea Air Europa. Su inversión en el país supera los US$400 millones y genera miles de empleos.
Aseguró que desde su llegada al país, hace más de 20 años, han sido sometidos a la justicia varios casos en su contra que no tienen fundamento y que han truncado el avance de muchos de sus proyectos.
Afirma que aquí existe una cantidad “de abogaduchos extorsionistas”, que parecen ponerse de acuerdo para chantajear y sacarle dinero a quienes adquieren propiedades en el país.
Dijo que en “muchísimas” ocasiones ha comprado terrenos o infraestructuras que aparentemente están en orden y de repente aparecen unos supuestos propietarios u otros impedimentos que entorpecen sus operaciones.
“Aquí aparecen títulos y documentos como hongos no se sabe de dónde; cosas incomprensibles. Parece que cuando viene un inversor se ponen de acuerdo y dicen vamos a ver qué le sacamos. Creo que aquí hay una mafia que vive del cuento, de extorsionar”, sostuvo.
Aseguró que varios inversionistas extranjeros han pasado por situaciones similares. A su entender, aquí existe una persecución contra todos los empresarios.
Es tal su desencanto que Hidalgo indicó que está dispuesto a vender sus inversiones e irse del país ya que, a excepción de algunos, casi todos sus proyectos han traído problemas. “De momento no tengo ganas de hacer nada aquí”, expresó.
El empresario español se quejó de que la justicia dominicana está plagada de “jueces y abogados corruptos” y por eso ha sido ineficiente ante las querellas sin sentido que pesan en su contra. Dijo que está harto de que lo tengan como un “muñeco” y sólo espera que lo dejen tranquilo. (Por Lilian Tejeda – Cortesía Listín Diario).