HO CHI MINH, Vietnam. – El joven diseñador vietnamita Nguyen Minh Tuan ha utilizado 25,000 preservativos para confeccionar nueve vestidos que ha presentado en varios desfiles para contribuir a normalizar el uso de condones en el país.
«En Vietnam, la gente no habla con naturalidad de preservativos, les da vergüenza. Cuando los piden en una farmacia casi no se les oye la voz. Me di cuenta de eso y pensé que podría ayudar a normalizar su uso, contribuir a que nadie se sienta avergonzado por usarlos o por hablar del tema», explica a Efe Minh Tuan, de 27 años.
El joven, que trabaja como diseñador gráfico, tuvo la idea hace tres años, cuando tenía que presentar su proyecto de fin de carrera en la Universidad y se le ocurrió «hacer algo original que pudiera ayudar a la sociedad».
El proyecto no sólo le valió la nota más alta de su promoción, sino que llamó la atención de los medios y de algún patrocinador, lo que le ha permitido organizar tres desfiles de moda con sus creaciones, todas para mujeres.
«No son aptos para vestir en la calle, no sería práctico, entre otras cosas porque pesan mucho, hay que ser muy valiente o algo inconsciente», bromea.
«Simplemente, queríamos llamar la atención sobre el tema. Por ejemplo, en las redes sociales, la gente no compartiría una noticia sobre condones, pero si es sobre un desfile de moda hecha con condones, no tendrían tantas reticencias. Tienen una excusa para hablar de ello sin sentirse avergonzados», expone.
El último desfile con sus creaciones, titulado «Condom Fashion Mix», tuvo lugar el pasado diciembre en algunas de las calles más céntricas de Ho Chi Minh, donde sorprendió tanto al público local como a cientos de turistas que pasaban por allí.
La modelo local Tra My donó a la ciudad un ao dai, el traje femenino tradicional vietnamita y un típico sombrero cónico fabricados con más de 4,000 profilácticos y con sus empaque.
En su casa de Ho Chi Minh, el artista muestra orgulloso sus creaciones, con los cientos de condones pegados a la tela blanca para formar vestidos, camisetas cortas o faldas.
«Son los de la última colección, los de la primera ya se estropearon y los de la segunda se los regalé al patrocinador de recuerdo. El problema es que los preservativos se deterioran pronto al estar desprotegidos, pero no importa mientras cumplan con la función de concienciar a la gente», sostiene.
Aunque está satisfecho de la repercusión obtenida, incluido un extravagante récord vietnamita de «mayor número de condones utilizado para una prenda de vestir», Minh Tuan reconoce que el proyecto no resultó sencillo.
«Al principio me encontré con muchas barreras. Había gente que me decía que no tenía sentido porque no era ropa que se pudiera vestir en el día a día y muchos otros me recriminaron que lo que hacía iba en contra de la cultura tradicional vietnamita. Pero preferí no escucharles porque creo mucho en lo que hago», apunta el artista.
El creador, originario de la provincia de Quang Binh, en el centro del país, reconoce que en la gran ciudad las mentalidades son más abiertas que en su pueblo natal, pero advierte del largo camino por recorrer.
«Es sorprendente ver que incluso muchos jóvenes siguen teniendo una mentalidad muy tradicional», apunta.
Después de tres años, el diseñador no descarta organizar otros desfiles con sus creaciones si se lo proponen, pero da su proyecto por concluido y ya prepara otras ideas para tratar de mejorar la sociedad en la que vive.
«Quiero seguir promoviendo el sexo seguro porque hace mucha falta en Vietnam. Uno de los problemas más graves que tenemos en el país es el gran número de abortos por embarazos no deseados. Es algo que me duele mucho ver y que se podría evitar promocionando el sexo seguro. Sobre eso irá mi próximo proyecto, creo que tendrá repercusión, pero prefiero no adelantar nada todavía», concluye.