Un tribunal de EE.UU. le condena por participar en vídeos amenazantes para este país tras los atentados del 11 de septiembre de 2001
El yerno de Osama bin Laden, Suleiman Abu Ghaith, fue declarado hoy culpable de terrorismo en Estados Unidos por participar en vídeos amenazantes para este país tras los atentados del 11 de septiembre de 2001.
Abu Ghaith, un imán kuwaití de 48 años casado con una de las hijas de Bin Laden, fue declarado culpable de tres cargos en un tribunal federal de Manhattan, en la ciudad de Nueva York, y podría ser condenado a cadena perpetua en una vista para comunicarle la sentencia para la que aún no se ha fijado fecha. El jurado adoptó el veredicto de culpabilidad en el segundo día de deliberaciones, tras haber iniciado sus reuniones en la mañana del martes.
El jurado le encontró culpable de los cargos de confabulación para asesinar estadounidenses, que le puede suponer hasta cadena perpetua, así como confabulación para dar apoyo material a terroristas y de dar realmente ese apoyo, cada uno de estos dos penado con un máximo de 15 años de cárcel. «Un jurado ha determinado por unanimidad que Suleiman Abu Ghaith no sólo conspiró para ofrecer apoyo material a Al Qaeda, un apoyo que finalmente dio, sino que también conspiró para asesinar a estadounidenses», señala en un comunicado el fiscal federal del distrito sur de Nueva York, Preet Bharara. Abu Ghaith «fue más que el ministro de propaganda de Bin Laden», añadió el fiscal.
El juicio, que comenzó en la primera semana de marzo, tuvo su momento culminante la pasada semana, cuando el propio Abu Ghaith subió al estrado de los testigos para prestar declaración, algo que tomó a todo el mundo por sorpresa, al ser muy poco habitual en juicios por terrorismo. En esa declaración, el miércoles de la pasada semana, Abu Ghaith, reconoció que fue convocado en la noche del 11S a una cueva de las montañas de Afganistán, donde su suegro le preguntó su opinión sobre los atentados. El acusado dijo que su respuesta fue que si Estados Unidos demostraba que los atentados eran obra de Al Qaeda, «no pararían» hasta lograr dos cosas: «matar a Bin Laden y derrocar el régimen talibán» en Afganistán. Abu Ghaith admitió que en las semanas siguientes participó en la grabación de varios vídeos, tanto con Bin Laden como con su «número dos», el egipcio Ayman al-Zawahiri, considerado el actual líder de Al Qaeda. En uno de esos vídeos, advirtió de que una «tormenta de aviones» caería sobre Estados Unidos, pero en su declaración aseguró que esa participación en las grabaciones se limitó a decir las palabras que le indicaba su suegro. A preguntas de su abogado, Stanley Cohen, Abu Ghaith aseguró que no estaba al corriente de los planes de Al Qaeda de cometer atentados terrorista y negó haber participado en la preparación de atentados contra Estados Unidos.
Además, Abu Ghaith aseguró que nunca se convirtió en un miembro de Al Qaeda, aunque sí reconoció que, como imán, pronunciaba sermones de carácter religioso ante los combatientes islámicos que se formaban en campos de entrenamiento en Afganistán.
El fiscal Bharara añade que, horas después de los atentados del 11 de septiembre de 2011, Abu Ghaith «estaba usando su posición en la jerarquía homicida de Al Qaeda para persuadir a otros» para que se unieran «a la causa de asesinar más estadounidenses». Abu Ghaith, que fue extraditado el año pasado tras ser detenido en un vuelo entre Turquía y Jordania, es la principal figura vinculada a Al Qaeda juzgada en Estados Unidos desde el 11de septiembre.
El hecho de que fuera juzgado en un tribunal federal y no llevado al centro de detención de la base naval estadounidense de Guantánamo, en la isla de Cuba, para un juicio militar fue interpretado como un cambio de política del Gobierno de Washington respecto a los procesos a los responsables de Al Qaeda.