El síndrome del comedor nocturno es un trastorno alimenticio.
No se trata de una costumbre más, sino que se podría convertir en una grave enfermedad, tan grave como la anorexia, y sí puede tener incidencia sobre la obesidad.
EL MERCURIO/ CHILE
¿Sufres de inapetencia durante el día y en la noche te baja toda la ansiedad y ganas de comer? ¿Padeces insomnio o despiertas en medio de la noche y te levantas a comer? Ojo con esto porque sin darte cuenta, podrías tener el síndrome del comedor nocturno.
El síndrome del comedor nocturno o síndrome de alimentación nocturna, es un trastorno alimenticio, psicológico y del sueño, que consiste en un desarreglo en la pauta temporal de la ingesta de alimentos, asociándose principalmente a la depresión, baja autoestima, ansiedad y desequilibrios hormonales.
“Se caracteriza por una hiperfagia nocturna, se llega a ingerir más del 35% de las calorías totales después de la cena. El horario de esta conducta es variable y puede extenderse hasta las dos y tres de la mañana con una frecuencia de tres y cuatro veces por semana. Existe una fuerte necesidad de comer y por otra parte, lo consideran necesario para poder conciliar el sueño”, explica Ana Palacio, nutricionista del Centro de Tratamiento de la Obesidad UC.
Pero también podría deberse por una mala relación con los alimentos, un problema que a muchas mujeres les pasa, sobre todo a adolescentes, quienes viven constantemente contando calorías y la forma más eficaz de quemarlas.
También se le asocia cuando una persona trata de aparentar que come adecuadamente, pero cuando está sola, se lo devora todo.
“La prevalencia de este trastorno es más frecuente en mujeres (66%), cuya causa permanece desconocida. Con respecto a la edad se manifiesta regularmente durante la adultez temprana con edad media de 39 años, y en personas con índice de masa corporal de sobrepeso y obesidad”, agrega la especialista.
Por lo general, los signos incluyen saltarse el desayuno, comer la mitad de las calorías diarias después de la cena y despertar durante la noche para comer y volverse a dormir. Se tiene gran inapetencia durante la mañana y un enorme apetito durante la cena y por la noche.
Sin embargo, aún se debate si la etiología es psicológica o fisiológica. “La depresión se ha asociado con este síndrome. Aproximadamente el 75% de los pacientes comedores nocturnos han experimentado alguna forma de depresión en algún momento de la vida”, sostiene Palacio.
Hay que tener en cuenta que el síndrome del comedor nocturno no se relaciona con el trastorno por atracón, ya que en éste se intenta calmar la ansiedad o se canaliza la euforia mediante pocas comidas, pero muy copiosas que además se producen en cualquier momento del día, no sólo de noche.
Recomendaciones
Desayuna y consume todas las calorías diarias 3 horas antes de acostarte. A menudo, las personas con síndrome de comedor nocturno no comen suficientes alimentos durante el comienzo del día porque no tienen hambre después de una noche de atracones.
Aumenta los niveles de melatonina. La melatonina es una hormona que hace que sientas sueño. La Journal of the American Medical Association establece que los niveles de melatonina son más bajos en las personas con este síndrome. Un estómago lleno hace que sea más fácil conciliar el sueño, por lo que aquellos que no tienen suficiente melatonina de manera natural para ayudarles a caer fácilmente en el sueño, dependen de los alimentos.
Aprende a manejar el estrés. El síndrome del comedor nocturno se asocia con el estrés. Cuanto mayor sea el nivel de estrés experimentado por alguien que es propenso al NES, peor se puede volver el síndrome.
Consulta a un psiquiatra para que te evalúen por depresión. El síndrome del comedor nocturno es a menudo provocado por o relacionado con la depresión, según Jennifer Lundgren, doctorado en investigación del Departamento de Psiquiatría de la Penn. El trastorno a veces se puede tratar con medicamentos antidepresivos.
Visita a un especialista en trastornos alimentarios. Si no puedes detener el síndrome del comedor nocturno, consulta a un especialista en trastornos alimentarios para que te ayude a determinar los pasos necesarios para superar este trastorno y formar una relación sana con la comida.