Por María Luisa Estévez
Santiago de los Caballeros, REPUBLICA DOMINICANA.- Camboy Estévez, canta en picnic en parque de New York, para su gente de Bella Vista, velada en la cual comparte con sencillez y recuerda anécdotas y recuerdos de gente querida, y ocasiones memorables. Elegante como para el mejor de los conciertos.
Un artista que ha popularizado los temas más emblemáticos de la balada y del bolero dominicano, conserva su capacidad vocal e histriónica con singular forma de intercambiar en escena. Canciones como “Mi calle triste” de la autoría de Leonel Sánchez; Fue ayer (Yesterday, John Lennon). “Terneza”, del santiagués, Moisés Zuain, “Unión Eterna”; también “Hoy no estoy para nadie”; “Ven, te quiero todavía”; “Amor prohibido”, y “Sufrir”, de Mundito espinal por más de cinco décadas han sido himnos de popularidad y se escuchan cada semana en la radio nacional.
Este día recuerda sus días de mozo su primer empleo trabajaba el mozaico en la Fábrica de Aguallo, y la conformación de su primera agrupación llamada “Los Car calizos”. EL popular cantante compartió canciones suyas con un grupo numeroso de personas del sector de Bella Vista, donde creció y desarrolló los inicios de su carrera.
Camboy tiene 80 años de edad, esta fuerte y muy lúcido, conserva sus calidad cocal, su buena memoria; y sobre todo que ha heredado el cariño y el aplauso de las nuevas familias, amigos, y generaciones recientes que le estiman y tienen entre sus orgullos y recursos artísticos para fiestas y actividades socioculturales.
Acude a la copa, a la multitud para que cante con él; recuerda a Cundo el cochero. “Salud”, “Yo soy del hoyo”. “A la salud del hoyo”. “Perfecto era tuerto, y le llamaban Perfecto”. “Le hice una canción al cerro de Papatín”. O sea, tiene ángel para escribir también. “Es un ángel”, es lo próximo que entona, y el público vibra con él. Esta entero.
Salió de Bella Vista a los 18 años, según compartió con la gente en este parque, pero siempre ha sentido su barrio muy profundo en sus afectos y memoria; entre risas, chistes, y bromas subiditas de tono recuerda gente del lugar, antepasados de los presentes, tíos, abuelos, padres, amigos; le recuerdan eventos, personas, y situaciones, y el comenta si los conoce o no, que paso, y hasta aprovecha y pregunta por algunos, recibiendo buenas y malas noticias sobre ellos.
Lo cierto que Camboy Estévez, cuando alguien se le acerca y le comenta ser de su barrio, él dice, “Y yo, soy del Hoyo”; siempre tiene el corazón mirando al Oeste de Santiago de los Caballeros, hacia las márgenes del río Yaque Del Norte, El Hoyo, en Bella Vista, donde comenzó su leyenda.
