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Joaquín «El Chapo» Guzmán, chiquito pero matón


EE.UU. pagaba cinco millones de dólares por la cabeza del Cártel de Sinaloa, que introduce el 25% de la droga que entra en el país

Joaquín «El Chapo» Guzmán, chiquito pero matón

Joaquín «El Chapo» Guzmán

Joaquín Archivaldo Guzmán Loera, nació en 1957 en La Tuna, humilde localidad del municipio sinaloense de Badiraguato, donde vendía naranjas. Llamado «El Chapo» por pequeño («de los pies a la cabeza es bajito de estatura», lo describe el narcocorrido que le dedicara El Potro de Sinaloa), apenas alcanza 1,55 metros de estatura. Sobrino dePedro Avilés Pérez, pionero en el narcotráfico en Sinaloa a finales de los sesenta, Guzmán personifica la transición entre los viejos narcotraficantes, “rancheros con cierto arraigo social”, y los actuales “asesinos entrenados en tácticas militares” que cuentan con economistas y abogados para blanquear sus negocios y burlar la ley.

El prontuario de «El Chapo» arranca hace más de un cuarto de siglo, al asociarse con Miguel Ángel Félix Gallardo, «El Padrino», uno de los jefes del cártel de Guadalajara. Tras la captura de éste en 1989, el cártel se divide y sus sobrinos, los hermanos Arellano Félix, establecen el cártel de Tijuana, mientras que Guzmán funda junto a Héctor «El Güero» Palma el cártel de Sinaloa. La violenta rivalidad entre clanes culmina en 1993 con un tiroteo en el aeropuerto de Guadalajara, entre cuyas víctimas está el cardenal Posadas Ocampo. La repercusión de esa muerte estrecharía el cerco sobre «El Chapo», quien semanas después era detenido en Guatemala. Deportado en 1995, es trasladado a la cárcel de Puente Grande (Jalisco), de donde en enero de 2001 se da a la fuga escondido en un camión de lavandería, tras haber sobornado a autoridades y custodios.

Desde entonces, Guzmán y su lugarteniente, “El Mayo” Zambada, se enfocarían en recomponer alianzas y recuperar territorios; por las buenas o, casi siempre, por las malas. Sus enfrentamientos a tiros con el cártel de Juárez de los hermanos Carrillo Fuentes y con los hermanos Beltrán Leyva, antiguos socios, lo llevarán a perder un hijo, Édgar, y un hermano, Arturo, además de otros seis familiares directos.

Mientras algunos de sus supuestos hijos hacían gala en las redes sociales de una vida de lujo, «El Chapo» ha vivido todo este tiempo oculto entre las sierras de Durango, Sinaloa y Chihuahua, «durmiendo en piso, en la cama, de techo a veces las cuevas», desde donde controlaba la mayor organización criminal del mundo.

Estuvo a punto de ser capturado en 2004, pero una llamada de alerta le permitió eludir por segundos la llegada de cien soldados a un rancho de Sinaloa. También fue localizado en 2007, cuando celebraba en Canelas(Durango) su boda con una joven belleza local, pero iba tan protegido que el Ejército no intervino.

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